Hierro viejo (Marto Pariente, 2024)

Título: Hierro viejo.

Autor: Marto Pariente.

Año de publicación: 2024.

Editorial: Siruela.








"Se despertó como siempre, sin grandes sobresaltos. La puñetera vejiga. Miró el reloj de la mesilla, algo menos de cuarto de hora para las dos de la madrugada. La luz amarillenta del pasillo lamía el bajo de la puerta. Marco había vuelto a salir. Las escapadas nocturnas del muchacho siempre se producían después de los días de entierro"


Balanegra es un pueblo ficticio ubicado en los secarrales de Castilla. En su cementerio trabaja Coveiro, un hombre entrado en años y con un pasado violento. Coveiro tiene un sobrino con TEA llamado Marco, cuyo padre murió hace dos años. Debido a esto, Coveiro abandonó su vida de outsider y aceptó el trabajo de enterrador para poder hacerse cargo de Marco. No obstante, los problemas no tardarán en llegar cuando tío y sobrino se topan con una gente excéntrica y peligrosa. Es entonces cuando el instinto de asesino de Coveiro, latente durante dos años, volverá a ponerse en marcha.

Con esta premisa empieza esta historia cargada de violencia, enmarcada en el género negro pero con un fuerte aroma a "western crepuscular" en palabras de su autor. Se trata de un subgénero donde se revisan los códigos del western clásico mostrando la relación con la violencia de una forma más real y cruda, desmitificando la conquista del oeste y destruyendo la figura del "héroe". El gran icono de esta corriente es Sam Peckinpah con su "Grupo salvaje (1969)". En ella se nos presentan a sus protagonistas como unos nostálgicos forajidos, sobreviviendo en un mundo al cual ya no pertenecen. Seres anacrónicos y destinados a extinguirse, con un extraño código de honor que admite el asesinato de mujeres y niños pero exige lealtad hacia sus camaradas.

"Sin perdón (1992)" de Clint Eastwood


Sin embargo, Pariente cita "Sin perdón" como principal referencia. Se trata de un film bastante posterior, de 1992, con Gene Hackman, Morgan Freeman, Richard Harris y Clint Eastwood, este último encarna al protagonista y dirige a la vez. En ella, Eastwood interpreta a William Munny, un antiguo forajido que es contratado por unas prostitutas para hacer justicia y protegerlas delante de las agresiones de unos vaqueros. No cuesta imaginarse a Eastwood interpretando a Coveiro, con su rostro duro e impasible sabiendo en todo momento lo que debe hacer. Ambos son gente rigurosa y profesional cuando se trata de matar, lo cual llevan a cabo con una frialdad de autómatas cuando les hacen perder la paciencia. Por lo demás, al lector no le pasará desapercibido que Marto Pariente también bebe mucho de los clásicos de la literatura negra. Jim Thompson, James Crumley, etc. Esto se nota en su estilo seco y visual en sus descripciones, así como el uso de entornos rurales como escenario de sus historias.

Los personajes de Marto Pariente acostumbran a ser excéntricos y muy particulares. Esto ya ocurrió en su novela de 2019 "La cordura del idiota", protagonizada por un policía con hematofobia. En "Hierro viejo" tampoco se queda nadie atrás, siendo tal vez Coveiro el menos raro de todos. La villana principal, Rubí de Miguel, es la propietaria de Carbac, una gran industria cárnica. Su mascota es un cerdito al que se lleva a todos lados y en su lomo lleva tatuado "I love bacon". Los Bobby, un matrimonio de sicarios que comparten nombre, resuelven sus problemas matrimoniales durante el trabajo. Dudas Franco alias "El Duque" tiene una grave obsesión con el café (de civeta y prensado, por favor. ¡Y con una rodaja de limón!). Los hijos de Rubí también son un caso aparte. Todos estos elementos dotan a la novela de un humor absurdo y de situaciones ridículas mezcladas con una violencia muy explícita y descarnada, algo muy cercano al cine de Quentin Tarantino o de los hermanos Coen. ¿Quién no se acuerda de "Fargo"? Esa obra de culto del neo-noir de 1996 cuyos protagonistas son a cuál más raro y absurdo y cuya trama también se desarrolla en un entorno rural.

Conviene matizar que la violencia en la novela está excelentemente dosificada. Marca el ritmo de la narración y el lector no puede hacer otra cosa que seguir la lectura o lamentarse si tiene que detenerse, volviendo a abrir el libro en cuanto tenga ocasión para dejarse fascinar otra vez con la pluma de Marto. En ningún caso se emplea como recurso fácil, no se abusa de ella y cada vez que aparece tiene un sentido muy concreto.

En la anterior reseña hablaba de Alexis Ravelo, y en este libro hay una anécdota curiosa relacionada con él. "El mapa de la india" era el nombre que el canario daba a ese pasaje donde el escritor recordaba todo lo sucedido en la trama, hasta ese punto, para que el lector no se perdiera. En "Hierro viejo" encontramos un capítulo con ese mismo nombre y que cumple la misma función. Así, Marto Pariente hace un guiño sutil a su compañero de oficio, que tal vez desde algún lugar desconocido para nosotros haya soltado una risotada.

La narración coral y los diferentes puntos de vista hacen que, en todo momento, el lector tenga más información que los personajes de la novela. De esa forma, tiene la posibilidad de anticiparse a lo que va a ocurrir y a esperarlo con ansias. Sin embargo, siempre hay lugar para las sorpresas. 

"La cordura del idiota" fue una novela multipremiada y cuenta con el honor de haber sido traducida al francés por la editorial Gallimard en su presitigosa série noire. Podemos esperar un futuro igualmente prometedor para esta nueva novela.

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