La llave de cristal (Dashiell Hammett, 1930)

Título: La llave de cristal.

Autor: Dashiell Hammett.

Año de publicación: 1930.

Traducción: Fernando Calleja.

Editorial: Alianza Editorial.




Esta es la segunda reseña en este blog dedicada a Dashiell Hammett. En la anterior  dedicada a él se mencionó a su agente de la Continental, que protagonizó gran parte su obra, y la ruptura que supuso respecto a la tradición literaria anterior. Luego llegaron más personajes que protagonizaron otras de sus obras como el mítico Sam Spade en "El Halcón Maltés (1930)", Nick y Nora Charles en "El hombre delgado (1934)" o el protagonista del libro que hoy nos trae aquí: Ned Beaumont de "La llave de cristal (1930)". 

Sin embargo, la aportación de Hammett al género negro va más allá de la caracterización concreta de un personaje. Se trata de un estilo narrativo propio fruto de los años en los que trabajó como detective para la Agencia Pinkerton. Escribe sus novelas como redactaría sus informes, ciñéndose a lo esencial con una narración sobria, concisa y escueta. No es muy amigo de los adjetivos y los adverbios. Con un par de pinceladas le basta para describir físicamente a un personaje. Lo demás lo conoceremos a través de la observación de sus acciones (esta forma de escribir es conocida como behaviorismo y también será utilizada por otros autores como Chandler en su relato "Gas de Nevada" o, décadas más tarde, por autores como Jean-Patrick Manchette). Esta sobriedad y economía en la narración comprime la acción, por eso en las novelas de Hammett, pese a no ser largas, ocurren muchas cosas en muy pocas páginas.

Hammett declarando ante el Comité de Actividades Antiamericanas

En "La llave de cristal" conocemos a Ned Beaumont, amigo y mano derecha del propietario de una casa de juego y jefe de la mafia local Paul Madvig. Madvig está interesado en Janet, la hija del senador Taylor Henry, y está dispuesto a utilizar su influencia para apoyar al senador en las elecciones a cambio de casarse con ella. Cuando el hijo del senador aparece asesinado en la calle, saldrá a la luz un entramado de relaciones que nos harán sospechar de Madvig en un contexto de guerra con una banda rival dirigida por Shad O'Rory. Sin embargo, pronto descubriremos que un senador puede ser más cruel y tener menos escrúpulos que un gangster.

Esta novela se convirtió en mi favorita desde la primera lectura. No sólo es una novela de gangsters, es una reflexión acerca de la amistad, la lealtad y la necesidad de tener un código en un ambiente violento. Plantea debates profundos en el lector, que desde el primer momento empatiza con Ned. Compartimos su necesidad de hacer honor a su lealtad hacia Paul sin dejar de llevar a cabo lo que él considera correcto. Hammett consigue con maestría, sin hablarnos mucho de Ned, que veamos su vulnerabilidad, que compartamos su miedo y su ansiedad. Sin embargo, el valor de Ned reside en que sus miedos no le impiden llevar a cabo lo que cree que debe de hacer.

"Salió del cubículo, se enfrentó a Despain y le dijo:

-Quiero mi dinero, Bernie.

El hombre que había subido detrás de Despain golpeó con furia el cuerpo de Ned usando el puño izquierdo. No era alto, pero sí ancho de hombros, y tenía puños como globos de buen tamaño. Ned salió lanzado contra la separación del cubículo. Se inclinó hacia delante y se le doblaron las rodillas, pero no cayó al suelo (...). Dijo algo que nadie pudo entender y se dirigió a la escalera. La bajó desmadejado, pálido y sin sombrero. Atravesó el comedor del piso bajo, salió a la calle, atravesó la acera y allí vomitó".

En este breve pasaje Ned Beaumont increpa a Bernie Despain y le exige el dinero que éste le debe. No sólo no recupera su dinero, el matón de Bernie le atiza un golpe que lo deja doblado. Aquí Hammett nos muestra con gran habilidad la complejidad de Ned Beaumont sin desvelarnos nada acerca de sus emociones. Un hombre que quiere recuperar su dinero y tiene la valentía de reclamarlo aunque sabe a lo que se expone. No es el único momento en el que vemos a este personaje ser maltratado. Ned casi muere de una brutal paliza a manos de la gente de Shad O'Rory. Es posible que sea uno de los protagonistas más vilipendiados y maltratados de la historia de la novela negra.


"Miller's Crossing (1990)" de Joel Coen.
 
De "La llave de cristal" se han hecho varias versiones cinematográficas. Frank Tuttle dirigió la primera, en 1935, con George Raft y Claire Dodd. En 1942 Stuart Heisler dirigió otro film con el mismo nombre, "The Glass Key". Mucho más tarde, en 1990, Joel y Ethan Coen estrenaron "Miller's Crossing". En el estado español la cinta obtuvo el nombre de "Muerte entre las flores". Esta película está claramente inspirada en "La llave de cristal" y confieso que la vi antes de leer la novela. De hecho fue la razón por la que quise hacerme con el libro. Se trata de uno de los títulos imprescindibles del cine de gángsters. A destacar la maravillosa banda sonora de Carter Burwell.

En esta película encontramos una relación de amistad muy parecida a la de Ned y Paul. En esta ocasión se trata de Tom Reagan, mano derecha y consejero del mafioso Leo O'Bannion. Tom es interpretado por Gabriel Byrne y a Leo lo encarna el grandísimo Albert Finney. John Turturro interpreta a Bernie. El argumento de la película es sustancialmente diferente al de la novela pese a que comparten la misma esencia. Vemos personajes que podrían ser equivalentes a los del libro pero que ocupan un lugar diferente en la trama.

Pese a las diferencias importantes entre el libro y la película y en relación a lo mencionado antes, el personaje interpretado por Gabriel Byrne es asimismo un hombre muy maltratado y golpeado. Se lleva palizas de un bando y de otro, parece traicionar al irlandés y el espectador no sabrá en quién ha depositado su lealtad hasta el final del film. Se dará en cuenta entonces que, así como en el libro de Hammett, la idea de la lealtad (no tanto la de amistad) es lo más importante en la obra. 

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