Golpe de gracia (Dennis Lehane, 2024)


Título: Golpe de gracia.

Título original: Small Mercies.

Año de publicación: 2024.

Editorial: Salamandra.

Traducción: Aurora Echevarría.


"Estuvo junto a los padres, Reginald y Calliope Williamson, mientras identificaban a su hijo en el depósito de cadáveres. No lloraron ni se lamentaron, simplemente contemplaron a su hijo tendido sobre la mesa metálica, acariciándole los brazos y las mejillas, y diciéndole, mientras le sujetaban la cara entre las manos: "Te quiero, hijo mío" (Reginald) y "nunca te abandonaremos" (Calliope).

Bobby ha visto a tantos padres identificar a sus hijos muertos que hace tiempo que dejó de afectarle, pero la forma en la que los Williamson contemplaban a su hijo y le acariciaban los brazos y la cara, como para infundirle calor en su viaje al otro lado, se le quedó grabada durante casi todo el día".


Entre las cosas buenas que Boston ha dado al mundo se cuentan el sonido de los Pixies y la apasionante obra de Dennis Lehane. Hablar acerca de este último es hablar de uno de los autores estadounidenses más relevantes de nuestros tiempos, cuya aportación al género negro-criminal es impresionante, tanto en el campo literario como en el audiovisual. Su labor como escritor comienza en 1994 con la serie de novelas Kenzie & Gennaro, a la que le seguiría otra serie literaria conocida como la trilogía Coughlin. Pero su obra también abarca novelas independientes igualmente importantes como "Mystic River (2001)", "Shutter Island (2003)" y "La entrega (2014)". Estas tres novelas fueron adaptadas al cine respectivamente por Clint Eastwood, Martin Scorsese (para mí la más floja del director) y Michaël R. Roskam. Tampoco se puede pasar por alto su colaboración como guionista en series tan emblemáticas como "The Wire (2002-2008)" y "Boardwalk Empire (2010-2014)".

Con poco que alguien lea al autor de Dorchester se da cuenta de que Boston forma una parte indivisible de él, no en vano constituye un elemento central a lo largo de su obra. Lehane se crió en una familia obrera de origen irlandés, y por tanto su estilo literario está empapado en esa forma de vida. Es en este mismo grupo social donde encontramos los protagonistas de la mayor parte de sus historias. Es por ello que en sus personajes hay una cierta tendencia al alcoholismo, a resolver los problemas con los puños y una forma a priori ruda e insensible de relacionarse con el entorno. En un momento puede irrumpir una desgracia que quiebra sus vidas, o se encuentran en una situación crítica que los lleva al límite, y este hecho desencadenante activa su lado más salvaje.

Su última novela, "Golpe de gracia (2024)", veraniega donde las haya, transcurre durante el agosto de 1974 en un momento histórico convulso del que Lehane fue testigo cuando sólo tenía 9 años. El juez federal W. Arthur Garrity dictó una orden judicial destinada a terminar con la segregación racial en las escuelas públicas de Boston. La orden judicial dictaminaba que alumnos de South Boston y Charlestown (barrios con mayoría de población blanca, con ascendencia irlandesa) fueran asignados a escuelas de barrios cuya población era en su mayoría afroamericana como Roxbury, Dorchester o Mattapan, y viceversa. Este hecho desencadenó fuertes protestas por parte de los blancos de "Southie", que se opusieron enérgicamente a esta medida y se negaron a que sus hijos compartieran aulas con alumnos negros. Hubo altercados en las calles y pintadas racistas en las fachadas de los edificios. A la incorporación del curso escolar, en septiembre, los autobuses que conducían a los estudiantes afroamericanos hacia las escuelas de South Boston fueron atacados con piedras e insultos. Este suceso fue conocido como el busing o "transporte escolar forzoso".

Estudiantes afroamericanos suben a un bus fuera del South Boston High School el primer día de clase.

Partiendo de esta premisa nos adentramos en el terreno de la ficción y pronto conocemos a Mary Pat Fennessy, una mujer de South Boston imbuía, como la mayoría de sus vecinos y vecinas, de todo un ideario racista naturalizado hasta el punto en que ella lo denomina "sentido común". Mary Pat trabaja en una residencia de ancianos, perdió a su primer marido y a su hijo mayor debido a la drogodependencia y, en el momento en que la conocemos, vive con Jules, la única hija que le queda. No superó la ruptura con su último marido, Kenny Fennessy, quien la dejó porque quería distanciarse de su odio.

"-Tuvimos unos pocos baches".

"-No fueron baches, Mary Pat: eran nuestras putas vidas que se marchitaban. Desde que puedo andar todo lo que he visto ha sido odio y rabia, y personas que bebían alcohol para no sentir y al día siguiente se levantaban y volvían a las andadas. Durante décadas. He pasado toda mi vida muriéndome y quiero vivir el tiempo que me queda. Estoy harto de ahogarme".

Los vecinos de Southie pagan un impuesto a la mafia local irlandesa, liderada por Marty Butler, a cambio de protección. Es la misma banda de Marty la que se encarga de organizar e impulsar las movilizaciones contra el busing. Una noche, Jules Fennessy sale con unos amigos y no vuelve. Esa misma noche, un chico afroamericano llamado Auggie Williamson aparece muerto en las vías de metro de la estación de Columbia. Ante los intentos de Mary Pat por averiguar qué ocurrió la noche en que Jules desapareció, se le ofrece un maletín lleno de dinero a cambio de que guarde silencio y deje de agitar el avispero, lo que pone de manifiesto que algo terrible le ha ocurrido a su hija. Se diría entonces que la amenaza a la seguridad en la comunidad de Southie se encuentra más en gente como Butler que en los niños afroamericanos de Roxbury.

También conoceremos a Michael "Bobby" Coyne, agente de la policía que, junto a su compañero Vincent Pitchard, tratan de esclarecer qué ocurrió la noche de la muerte de Auggie Williamson, y si tiene alguna relación con la desaparición de Jules Fennessy. Bobby combatió en Vietnam, pero ha conseguido que esa horrible experiencia no lo convierta en un hombre amargado e insensible a lo que ocurre a su alrededor. Intenta ayudar a su comunidad desde su oficio y no se deja influir por el discurso dominante, pues para él todas las vidas son importantes. Vive con sus hermanos y tiene un hijo al que quiere con locura. Esta trama paralela insufla algo de oxígeno y luz a la historia, y a su vez nos aporta un punto de vista diferente sobre los hechos que el que tiene Mary Pat.

"Si cuatro chicos negros hubieran perseguido a uno blanco forzándolo a tirarse delante de un tren, se enfrentarían a cadena perpetua; con suerte, declarándose culpables cumplirían como mínimo veinte años de cárcel. Pero los chicos que persiguieron a Auggie Williamson no pasarán más de cinco años, si acaso, y él lo sabe".

"Golpe de gracia" es una gran novela sobre el odio a lo diferente llevado a sus últimas consecuencias, como también lo ha sido "Matar a un ruiseñor (1960)" de Harper Lee. En una coyuntura atravesada por el genocidio televisado del pueblo palestino, así como el rearme de la extrema derecha y el despliegue de su agenda, cabe la necesidad de leer novelas en las que nos podamos mirar como quien se ve reflejado en un espejo, para reconocernos en ellas e identificar lo que no queremos que le vuelva a suceder a nadie. El asesinato puede ser el último escalón de todo un proceso de deshumanización que devalúa las vidas de una comunidad, hasta que la violencia ejercida contra ellas se concibe como algo aceptable o incluso deseable. Por eso reproducir discursos de odio implica ser cómplice con el crimen consumado, y es lo que Mary Pat no llega a entender cuando es confrontada por la madre de Auggie Williamson.

"...Usted crió a una hija que creía que estaba bien odiar a personas sólo porque Dios las ha hecho con un tono de piel diferente. Permitió ese odio. Probablemente lo fomentó. Y su hija y sus amigos racistas, que fueron criados por padres racistas como usted, salieron al mundo como pequeñas granadas de mano de odio y estupidez".

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