¡Corre, hombre, corre! (Chester Himes, 1966)

Título: ¡Corre, hombre, corre!.

Título original: Run Man Run.

Autor: Chester Himes.

Año de publicación: 1966.

Editorial: Akal (serie negra).

Traducción: Axel Alonso Valle.


"Echó a correr a tientas en la oscuridad, confiando en la suerte, sollozando de manera inconsciente, sintiendo cómo la sangre le resbalaba por el pecho y se le acumulaba en una cálida y pegajosa banda por encima de su cintura...Walker lo oyó gemir y se detuvo, escudriñando la negrura en busca del brillo de unos ojos. Siempre había oído que los ojos de un negro relucían en la oscuridad como los de un animal, de modo que levantó la pistola, preparado para disparar a cualquier cosa que brillara. Podía oír al negro moverse, pero era incapaz de ver nada.".

Chester Himes llevaba diez años residiendo en París cuando "Corre, hombre, corre" fue publicada. El escritor de Missouri había abandonado Estados Unidos en el 56 y se había instalado en la capital francesa. Himes había seguido la estela de Langston Hughes, Claude McKay y otros autores afroamericanos para los cuales vivir en su país natal se había hecho insostenible. De esto no se deduce en absoluto que Europa estuviera libre de racismo, sino que la segregación en Estados Unidos era especialmente feroz. París en concreto suponía el destino ideal para los autores afroamericanos por su apertura y su efervescencia cultural, en la cual contaban con el apoyo de algunos intelectuales franceses, así como la presencia de una comunidad afrodescendiente bien asentada en la que sentirse arropados.

París fue sin duda una etapa importante en la vida de Himes. Allí el autor entablaría amistad con sus colegas de oficio James Baldwin y Richard Wright (el escritor, no el teclista de Pink Floyd), conocería a su esposa Leslie Packard y daría inicio a la serie literaria Harlem Detective, que causaría sensación en Francia y luego haría de él un escritor mundialmente conocido. 

Se le atribuye a Marcel Duhamel (editor y creador de la série noire) el mérito de haber convencido a Chester Himes para que hiciera una incursión en el género criminal, pero seguramente la cuestión económica también fue un factor decisivo. En cualquier caso el resultado fue "Por amor a Imabelle (1957)", una novela llena de ritmo, acción y violencia pulp en la que aparecían por primera vez Coffin Ed Johnson y Grave Digger Jones. Estos dos policías, suficientemente brutales como para ganarse los apodos "Ataúd" y "Sepulturero", protagonizarían todas las novelas de la serie Harlem Detective, algunas de las cuales inspirarían algunos films de blaxploitation como "Cotton Comes to Harlem (1970)" y "Come Back Charleston Blue (1972)". Sin embargo "Corre, hombre, corre" no se enmarca dentro de esta serie ya que en ella no aparece la pareja de policías.


"Come Back Charleston Blue (1972)"  fue uno de los títulos de blaxploitation inspirados en la obra de Himes.

La lectura de "Corre, hombre, corre" es una experiencia necesariamente angustiosa, impactante y de una actualidad lamentable teniendo en cuenta que su publicación se remonta a casi sesenta años atrás.

La novela arranca con el asesinato de dos afroamericanos, trabajadores de una cafetería, a manos de un policía borracho en Nueva York que les acusa de haberle robado el coche. Tras acabar con la vida de Fat Sam y Luke Williams, el policía trata de asesinar a Jimmy para no dejar testigos de su crimen, pero Jimmy sobrevive y lo acusa de haberlo disparado. Sin embargo, el asesino pertenece al cuerpo y cuenta con el respaldo de un aparato policial y judicial racista en su misma esencia que lo protege y vela por él. La acusación de Jimmy es por tanto vista como un atrevimiento y un tema incómodo del que nadie quiere hablar, ni siquiera su novia o el abogado de la empresa donde trabaja. Se iniciará entonces una persecución por las calles de Nueva York en la que se pondrá de manifiesto la completa impunidad del policía, de la que no duda en hacer uso para intentar rematar la faena.

La novela es entretenida y apasionante, pero leerla no ha sido agradable (la literatura no siempre debe agradar) y me he sentido agredido y frustrado durante la lectura de la cacería humana que tiene lugar en ella. He sentido el desamparo de Jimmy, que se empeña en vivir y reitera su acusación una y otra vez a pesar de que todo su entorno intenta convencerlo de que no se esfuerce en protegerse. Casi como si el propio hecho de no dejarse matar fuera un descaro en sí mismo. Himes enfrenta al lector a la barbarie del racismo a través de la ficción y lo hace con una escalada de la tensión y un sentido del ritmo sublime. "Corre, hombre, corre" es una experiencia lectora traumática como pocas.

"Woman and dog in a window (Harlem, 1943)" fotografía de Gordon Parks.

Himes no fue el primer afroamericano en escribir novela negra pero sin duda ha sido el más emblemático y, pese a que su incorporación al género es más bien tardía ("Por amor a Imabelle" era su séptima novela), ha pasado a la historia como uno de los autores clásicos del hardboiled americano. Su estilo pulp a la hora de narrar la acción está influenciado por la revista Black Mask y el escritor Dashiell Hammett, a quienes el autor había leído en la cárcel tras ser condenado por robo a mano armada en su juventud. Esto se aprecia en las descripciones, escuetas pero efectivas, en la construcción de los personajes a través de la acción y en la crudeza que desprenden las escenas de violencia. También tienen en común una mirada desesperanzada y pesimista de la condición humana.

Con el movimiento cultural Harlem Renaissance comparte una preocupación evidente por el racismo institucionalizado y sistemático en Estados Unidos, el uso de Harlem como escenario y la reivindación de la cultura afroamericana en este contexto. Himes, debido a su experiencia de vida, se distanciaba de este mismo movimiento en otros aspectos al poner el foco en los suburbios de Harlem con una perspectiva desprovista de todo idealismo. 

Para Chester Himes la experiencia afroamericana está marcada por la pobreza, la suciedad y la violencia, y así mismo lo plasma en el papel. Sus historias tienen lugar en ambientes sórdidos y los personajes que las protagonizan no son ejemplos morales para nadie. Presenta Harlem como una suerte de jungla de asfalto donde la ley que rige es la del más fuerte y todos intentan sobrevivir aprovechándose de los demás. Saca a relucir aquello que otros barrerían bajo la alfombra, exponiendo la miseria moral y material que el sistema de clases reproduce y las consecuencias que conlleva para una comunidad el no luchar contra ello.

Chester Himes y su gato en Moraira.

El viejo Himes se trasladó a la costa alicantina, en Moraira, en 1969 junto con su esposa Leslie Packard. Allí vivió sus últimos años en la más absoluta discreción. Falleció en 1984 sin que ninguna autoridad cultural española asistiera a su funeral. En la playa del Castillo hay un monumento dedicado a él.

El director de cine bilbaíno Enrique Urbizu se inspiró en "Corre, hombre, corre" para su film "No habrá paz para los malvados (2011)". El inicio de la película guarda varias similitudes con la novela de Himes y se hizo con 6 galardones en los Goya de aquel año.

"Himes es un exiliado voluntario de la cultura norteamericana que se dedicó a escribir una novela policíaca desde París, planteándose a distancia el espacio físico de Harlem y el tema de la negritud urbana americana".

-Manuel Vázquez Montalbán.



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