Corría el mayo de 1960. Una nueva generación de cineastas surgida al calor de la revista Cahiers du Cinéma comenzaba a adueñarse de los cines de París. En Francia se estrenaba "Al final de la escapada", el primer largometraje dirigido por Jean-Luc Godard y película fundacional de lo que se denominaría la nouvelle vague. El film revolucionó por completo el cine francés (y podríamos extenderlo al cine en general, viendo la influencia que estos nuevos cineastas ejercieron sobre directores como Scorsese). Se rompía así con lo hecho hasta el momento, demostrando que otra forma de hacer películas era posible. El noviembre de ese mismo año trajo otra obra enmarcada en dicho movimiento, tratándose en esta ocasión de "Tiren sobre el pianista" de François Truffaut, una adaptación de la novela de David Goodis. De esta forma quedaba marcada la influencia del cine negro norteamericano sobre este movimiento innovador, reflejándose esto en la icónica escena donde Jean-Paul Belmondo se detiene a admirar un cartel de Humphrey Bogart.
Las películas enmarcadas en la nueva ola de cine francés eran reconocibles por su frescura y espontaneidad. La cámara al hombro, los jump cuts, la filmación en localizaciones reales y con luz natural. Uso del sonido y del montaje totalmente experimental e innovador. La improvisación en los diálogos. Es lo más parecido a un tema de jazz traducido a lenguaje cinematográfico.
Chabrol, Godard, Truffaut, Rohmer y el resto de integrantes de la nouvelle vague practicaban una libertad técnica y narrativa absoluta. Reivindicaban a Alfred Hitchcock, Orson Welles, Howard Hawks, John Ford y otros directores de Hollywood como verdaderos referentes y autores, a la vez que cuestionaban la forma de hacer cine imperante en la sociedad francesa, salvando a Jean Renoir y Jean-Pierre Melville, quien era considerado todo un referente. Hablar de Melville es hablar del maestro indiscutible del cine polar francés. Lo demostró con "El silencio de un hombre" en 1967 y lo volvió a dejar claro en 1970 con "El círculo rojo", la cual debo decir que es mi favorita del director. Melville no sólo inspiró a los nuevos cineastas de la nouvelle vague. La persecución en el metro de París que tiene lugar en "El silencio de un hombre" supone un claro precedente de "The French Connection" de William Friedkin. En este caso tendrá lugar cuatro años más tarde, el metro de París será sustituido por el de Nueva York y en vez de Alain Delon tendremos a Gene Hackman persiguiendo a Fernando Rey.
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