Balada de la costa Oeste (Jean-Patrick Manchette, 1976)

Título: Balada de la costa Oeste.

Autor: Jean-Patrick Manchette.

Año de publicación: 1976.

Editorial: RBA.

Traducción: Ramón de España.




"Tenía cierta dificultad para concentrarse, pero ya no dudaba sobre lo que tenía que hacer, como sí había dudado durante esos últimos meses, desde que habían intentado matarlo, e incluso, puesto a reflexionar, desde mucho antes, a lo largo de su vida de ejecutivo, de marido y padre, y durante la que la había precedido, la de estudiante y militante y enamorado antes de casarse y de adolescente y hasta de niño, sin duda alguna." 

En algún momento Georges Gerfaut fue un militante revolucionario y un hombre enamorado. Alguien que vivía la vida intensamente y se comprometía con ella. Con el paso del tiempo, Gerfaut se transformó en un ejecutivo parisino, indolente e insensible a su entorno. Se ha convertido en un engranaje más de la maquinaria, un hombre funcional al servicio del mismo sistema productivo que una vez luchó por destruir. Sus pequeños placeres se reducen a escuchar jazz de la Costa Oeste en su domicilio o mientras conduce, y no siente especial afecto por nada ni por nadie (tampoco por su mujer o sus hijas). La apatía e indiferencia que lo dominan hacen pensar en una posible depresión y, a un nivel más filosófico, se diría que Gerfaut es alguien alienado.

Una noche en la carretera. Un coche aparentemente accidentado. Gerfaut toma la decisión de socorrer al conductor y llevarlo al hospital en su propio coche, luego huye del lugar sin hacer los trámites y sin saber muy bien por qué lo hace. Esta decisión lo llevará a ser el objetivo de dos asesinos y será en este contexto, en la lucha inmediata y desesperada por su propia vida, donde volverá a sentirse vivo. Para ello no dudará en matar, aunque ello lo arranque de su estilo de vida aburguesado y lo convierta en un renegado. Gran parte de la novela se centrará en la persecución de Carlo y Bastien a Gerfaut por las carreteras de Francia, con un Smith & Wesson, una Beretta y un fusil M6 en los asientos traseros, esperando a ser usados. Detrás del encargo está Alonso Emerich y Emerich, exoficial dominicano de ascendencia alemana, quien huyó de República Dominicana tras la muerte del dictador Trujillo alias el Benefactor llevándose con él mucho dinero que no le pertenecía. Como supondrán, Alonso Emerich tiene mucho que ocultar, y ocultar tales secretos puede implicar liquidar a algún curioso y a quien ose ayudarle.

Gerfaut tiene un trabajo cualificado, coche, pareja y descendencia. Sin embargo, sigue sin encontrarle sentido a su existencia, y eso se refleja en la indiferencia que siente por todo lo que rodea. ¿Entonces por qué pelea por vivir con tanta tenacidad? Es en ese pelea (aunque no sea por causas nobles sino por mantener la propia integridad física) donde Gerfaut pasa a ser un sujeto activo y deja de ser un mero espectador de todo, para tomar partido por la vida en su forma más elemental.

Jean-Patrick Manchette

"Balada de la costa oeste" es la octava novela de Jean-Patrick Manchette, uno de los grandes precursores del neo-polar durante la década de los 70 junto con Jean-François Vilar y Didier Daeninckx. Influenciados por el mayo del 68, esta nueva camada de escritores resignificaron el polar francés, abordando la narración desde el punto de vista de los marginados y plasmando en sus historias una crítica feroz y explícita a la burguesía francesa, así como a las instituciones del estado francés y a la colaboración de éstas con los crímenes de los gobiernos poscoloniales. 

Esta dimensión política, característica de esta nueva novela negra francesa, ya se encuentra en la segunda novela de Manchette y a la vez obra fundacional de esta corriente, "L'affaire N'Gustro (1971)". Narrada en primera persona por un tipo amoral y bastante desagradable llamado Henri Butron, esta novela relata el secuestro y posterior asesinato de N'Gustro, dirigente revolucionario de la inventada República de Zimbabul, a manos de los servicios secretos franceses. La descripción de la planificación, el engaño y la ejecución del secuestro ficticio es prácticamente idéntica a lo ocurrido en el caso Ben Barka, en 1965. El revolucionario anticolonialista marroquí era figura destacada de la oposición a la monarquía de Hassan II. Barka fue secuestrado a la entrada de una brasserie de París por dos policías franceses cuando se iba a entrevistar con un supuesto cineasta que lo quería como asesor en su próximo film. Fue llevado al primer piso de un chalet y allí, según varios testimonios, fue asesinado por el primer ministro marroquí Mohammed Oufkir. En el asesinato participaron los servicios de inteligencia franceses e israelíes, estos últimos dando apoyo logístico.

Manchette trabajó como guionista en "Légitime violence (1982)" de Serge Leroy, entre otros títulos.


En Manchette encontramos descripciones escuetas, la narración de la violencia es rápida y seca. Los personajes se definen principalmente por sus acciones. Él practicaba el "behaviorism", un estilo heredado de Hammett, quien ejerció una gran influencia sobre el autor francés. Los dos escritores reflejan en sus obras una sociedad violenta, cuya sensibilidad humana ha sido engullida por un sistema económico hostil e implacable. Por otra parte, muchos emparentan el pesimismo presente en la literatura de Manchette con el cine de Jean-Pierre Melville (director de películas emblemáticas del polar como "Le Samuraï (1968)" o "Le cercle rouge (1970)"). El autor mismo fue guionista de varios proyectos cinematográficos y trabajó con Claude Chabrol y Jacques Deray, entre otros. De hecho, empieza a escribir novelas con la intención de generar interés en la industria cinematográfica, y éstas están salpicadas de referencias que hacen intuir su amor por el cine.

Manchette tocaba el saxofón y era un amante del jazz, lo cual no es difícil de intuir en la lectura de la novela. Músicos como Gerry Mulligan, Chico Hamilton, Bill Evans o Stan Getz salpican sus páginas y aportan una frescura muy particular a la historia. Como dato curioso, existe una playlist en Spotify que recoge la música que aparece en el libro.

En 2005, el dibujante Jacques Tardi ilustró esta novela llevándola al formato cómic.

Comentarios