Título: La cuarta chica por la izquierda.Autor: Andreu Martín.
Año de publicación: 2023.Editorial: Crims.cat/ Al revés.
No es exagerado afirmar que Andreu Martín es ya el decano de la novela negra en catalán después de más de 40 años escribiendo. Pertenece a la segunda generación de escritores así como Juan Madrid y Julián Ibáñez. Se trata de un grupo de escritores que iniciaron su carrera durante el final de la dictadura franquista y la instauración de la democracia.
A diferencia de Vázquez Montalbán, González Ledesma o Manuel de Pedrolo, estos nuevos escritores pudieron desarrollar su obra con mayor libertad, sin tener que rendir cuentas a la censura franquista o sin la necesidad de esquivarla. Para hacernos una idea, así como a Vázquez Montalbán le censuraban la palabra "sobaco" en un poema, las novelas de Martín rebosan erotismo y desnudez.
Se puede decir que el primer gran golpe de Andreu Martín fue Prótesis, obra publicada en 1980 y que ganó el premio Círculo del Crimen de aquel mismo año quedando finalista Un beso de amigo de Juan Madrid. La novela aún a día de hoy es una bofetada a la cara, salpica violencia y venganza desmedida. Tal vez le echo demasiada imaginación, pero la novela me parece una crítica feroz a la impunidad con la que la policía franquista podía ejercer su brutalidad contra aquellos que se pusieran en su camino. Pensemos que "El Gallego", pese a ser un personaje literario, no está muy lejos de algunos policías de carne y hueso que han vivido hasta no hace mucho. Desde luego, esto no justifica los horribles actos que cometen "El Migue" y su banda, pero plantea cuestiones sobre las que una sociedad democrática debería reflexionar.
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"Fanny Pelopaja (1984)" |
En 1984, Vicente Aranda llevó Prótesis al cine bajo el nombre Fanny "Pelopaja", una película con Fanny Cottençon y Bruno Cremer que se convirtió en una de las cumbres del cine negro español y en una película de culto.
Pero lo que hoy nos trae aquí es "La cuarta chica por la izquierda". Una novela de espías ambientada en la Barcelona de la Primera Guerra Mundial. En ella Amadeu, un joven corpulento e ingenuo, llega al Paral·lel y se adentra en "El molino", en busca de una bailarina que, según sospecha, tuvo una aventura con su padre. Pronto la vida nocturna del Paral·lel lo envolverá con sus burdeles, su alcohol y su magia. Amadeu se verá metido en un triángulo amoroso del que no sabemos cómo saldrá parado. A todo esto, espías franceses i alemanes intentarán desarrollar su labor en la ciudad. La novela tiene varias capas y no conviene estropear al lector el gusto de dejarse sorprender por los numerosos giros argumentales. Basta con decir que en esta novela nadie es quien dice ser y todos tienen algo que esconder. Tal vez Amadeu sea la única persona transparente y honesta, por lo que el lector enseguida se identifica con él.
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El Café Español, en la avenida Paral·lel. |
La ambientación es excelente, fruto de una buena labor de documentación, y Andreu Martín nos da numerosos detalles acerca de los lugares emblemáticos que aparecen en la novela (alguno de ellos todavía se pueden visitar como el Café Español o El Molino) y hasta de las armas que llevan los personajes, como las Schmeisser automáticas que utilizan los soldados alemanes. Todo este conjunto de detalles hace la lectura gozosamente inmersiva. Para aquellos que residen en Barcelona resulta interesante ir a los lugares que se mencionan en la novela e imaginarse cómo serían en el tiempo en que transcurre.
Andreu Martín ubica una base de submarinos en la Costa Brava. Más tarde, revisando documentación, descubrió que, durante la Primera Guerra Mundial, el litoral de Barcelona estaba infestado de bases submarinas. España era un país oficialmente neutral, aunque en realidad no era tan cierto. Josep Pla, en uno de sus cuentos titulado "Un de Begur (1966)", narra la vivencia de un tal Miner a bordo de un sumergible alemán en Cap de Creus. Por otro lado, en el libro aparecen o se mencionan espías que realmente existieron. Wilhelm Canaris, oficial alemán y jefe de inteligencia durante el nazismo, es uno de ellos.
Otra característica de la literatura de Andreu Martín y, por tanto, de este libro, es su sentido del humor. Un humor sutil, perfectamente integrado en la historia, que a veces hace que al lector se le escape una sonrisa. Es un rasgo característico del autor, que siempre hace uso de él en sus novelas, y se trata de un humor muy local, ligado al territorio y a la idiosincrasia de su gente. Estoy pensando en la anécdota de los hermanos Soler, que en realidad es un solo hombre que se inventa a un hermano gemelo con tal de desviar sus propios problemas. Tiempo después de leer la novela me sigue pareciendo divertidísima.
En definitiva, "La cuarta chica por la izquierda" es una novela de espías que además brinda un retrato de la Barcelona de la segunda década del siglo XX. Enmarcada en un contexto histórico muy bien definido. Un entretenimiento muy enriquecedor y didáctico que vale la pena leer.
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